Ubicado en el suroeste de Islandia, el Parque Nacional Thingvellir es uno de los destinos más emblemáticos del país. Este lugar combina historia, geología y naturaleza en un entorno espectacular. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Thingvellir es famoso por ser el sitio del primer parlamento del mundo y por su geografía única, donde las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia se encuentran y separan. En esta guía, exploraremos qué ver, cómo llegar, las actividades más destacadas y consejos para disfrutar al máximo de este increíble parque.
El Parque Nacional Thingvellir no solo es una maravilla natural, sino también un lugar de gran importancia histórica. En el año 930 d.C., se estableció aquí el Althing, el parlamento nacional de Islandia, que es el más antiguo del mundo todavía en funcionamiento. Durante siglos, Thingvellir fue el centro político y cultural de Islandia, donde se tomaban decisiones clave y se resolvían disputas.
Además de su relevancia política, Thingvellir también tiene un significado espiritual. La región fue testigo de la adopción del cristianismo en el año 1000 y ha sido escenario de algunos de los eventos más importantes de la historia islandesa. Hoy en día, caminar por este parque es como retroceder en el tiempo, mientras te rodeas de paisajes de una belleza única.
La falla de Silfra es uno de los lugares más impresionantes del parque y un destino de ensueño para buceadores y snorkelistas. Este lugar único te permite nadar entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia, en aguas cristalinas con una visibilidad excepcional. Es una experiencia surrealista que combina geología y aventura. Los tours para hacer snorkel en Silfra suelen incluir todo el equipo necesario, así que no olvides reservar con tiempo.
Esta pintoresca cascada, ubicada en el corazón del parque, es una parada obligatoria. Alimentada por el río Öxará, la cascada se encuentra en un sendero accesible y ofrece un lugar perfecto para tomar fotografías o simplemente disfrutar del sonido relajante del agua. Su belleza es especialmente impactante durante los meses de invierno, cuando se congela parcialmente.
Construida en el siglo XIX, la pequeña iglesia de Thingvellir está rodeada de un cementerio histórico y es un lugar tranquilo para reflexionar mientras disfrutas del entorno natural. Aunque su diseño es simple, su historia y ubicación la convierten en un punto destacado del parque.
El lago Thingvallavatn es el más grande de Islandia y se encuentra dentro del parque. Es un lugar ideal para disfrutar de un picnic, caminar por sus orillas o simplemente contemplar la vista. Además, su biodiversidad es fascinante, ya que alberga especies de peces que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
Llegar al Parque Nacional Thingvellir es bastante sencillo, ya que se encuentra a solo 45 minutos en coche de Reikiavik.
Durante los meses de invierno, las carreteras pueden estar resbaladizas debido al hielo. Si planeas conducir, asegúrate de alquilar un coche equipado con neumáticos de invierno y estar atento a las condiciones climáticas.
Explorar la falla de Silfra es una experiencia única en la vida. El agua es tan clara que puedes ver hasta 100 metros de distancia bajo el agua. Además de la belleza natural, esta actividad es perfecta para los amantes de la aventura y la geología.
El parque cuenta con numerosas rutas de senderismo que te llevarán a través de paisajes espectaculares. Algunas rutas son cortas y accesibles, mientras que otras requieren más tiempo y esfuerzo. En cualquier caso, disfrutarás de vistas panorámicas de montañas, lagos y cañones.
Thingvellir es un paraíso para los observadores de aves, especialmente durante la primavera y el verano. Podrás ver especies locales como el frailecillo atlántico y el cisne cantor.
Estos meses son ideales para disfrutar del senderismo, el snorkel y la observación de aves. El clima es más cálido, y los días largos te permiten aprovechar al máximo tu visita.
Aunque el clima es más frío, visitar Thingvellir en invierno tiene su encanto. Podrás disfrutar de paisajes cubiertos de nieve y, si tienes suerte, incluso ver las auroras boreales. Solo asegúrate de llevar ropa adecuada para el frío.
El Parque Nacional Thingvellir no solo es un lugar de belleza natural excepcional, sino también un sitio cargado de historia y geología fascinante. Desde su importancia como cuna del primer parlamento del mundo hasta su peculiar ubicación entre dos placas tectónicas, Thingvellir tiene mucho que ofrecer.
El Parque Nacional Thingvellir es un lugar que combina historia, geología y belleza natural como pocos en el mundo. Desde su importancia como cuna del primer parlamento hasta sus paisajes únicos, este parque es una parada imprescindible para cualquier viajero en Islandia. Ya sea explorando la falla de Silfra, caminando por sus senderos o aprendiendo sobre su historia, Thingvellir te dejará recuerdos inolvidables.
¡Inclúyelo en tu itinerario y vive la magia de Islandia en su máxima expresión!
¿Cuánto tiempo se necesita para visitar Thingvellir?
Se recomienda al menos medio día para explorar los principales atractivos del parque.
¿Es necesario un guía para visitar Thingvellir?
No es imprescindible, pero un guía puede enriquecer tu experiencia con detalles históricos y geológicos.
¿Se puede visitar Thingvellir en invierno?
Sí, pero asegúrate de estar preparado para el frío y las condiciones del terreno.
¿Qué actividades no pueden faltar en Thingvellir?
Snorkel en Silfra, senderismo y una visita a la cascada Öxarárfoss.
¿Es fácil llegar desde Reikiavik?
Sí, está a solo 45 minutos en coche o puedes unirte a un tour organizado.